El que confía en el Dios verdadero no vive en mentiras como los idolatras

Siempre que estemos necesitados, y en donde quiera que estemos podemos acudir a Dios para buscar su ayuda y seguro nos atiende, del mismo modo, su omnipresencia nos permite adorarlo en todos lados. Nuestro Dios está actuando siempre y no necesita de nosotros, no así los dioses falsos que son la creación humana, y no los humanos creación de ellos.Dios es bueno con los que confían en él, con aquellos que lo buscan en toda ocasión.

Realmente la vida dichosa la encontramos cuando disponemos nuestro corazón con la ayuda de Dios para vivir a su agrado y conforme a su dirección, porque sólo él sabe lo que es bueno para nuestra vida, y cómo es que podemos ser exitosos en lo que hagamos.

A los dioses falsos hay que hacerles favores, hay que moverlos de un lugar a otros. En cuanto al Dios verdadero no tenemos que hacerle favores, más bien es su gracia la que nos asiste a nosotros. Él mismo se humano para redimir nuestras vidas de la maldición del pecado, así es que, nosotros realmente si dependemos de él, y no él de nosotros como es el caso de los dioses de metal, de madera o de cualquier otro material.

Es por ello que, los que confíen en el Dios Creador y Redentor tendrán un presente bendecido y un futuro glorioso. Cuidemos que la vida de idolatría no nos haga caer en la confianza en nosotros mismos, porque también es idolatría depender de nuestras posibilidades o atribuirnos el honor por nuestros logros, o incluso este pecado, también consiste en no darle la gloria a Dios, por dedicarnos propios deleites.

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