En todos nuestros pesares de esta vida podemos estar bien, siempre y cuando estemos amparados en Dios a través de sus promesas, ya que para cada aspecto de nuestra vida siempre tiene promesas, lo mismo, cuando estamos en adversidades, la salida o la fortaleza se muestran en las promesas de Dios.
“Sin embargo, debemos prestarle también obediencia a sus normas, porque ellas son vida, y son la condicionante para acceder a sus promesas, <<tan sencillo, como que el que no pide, no recibe. >>”
A través de toda la historia en el trato de Dios con su pueblo, ha mostrado la esperanza en medio de los malos tiempos a través de un mensaje con promesas, hoy no es la excepción para nuestros tiempos difíciles, en donde la desesperación y la desesperanza parecen tomar mucha fuerza.
Pero ante todo esto, no es solo ver lo que Dios nos ofrece en su palabra como promesa y esperanza, sino que también, hay que atender sus leyes para que sean la guía con la que encontremos el camino y la salida de en medio de la angustia aterradora, porque siempre que honremos a Dios y siempre que estemos en comunión con él nuestra vida estará en reposo.