Tal y a como Dios promete cumple

Tomemos en cuenta que el Espíritu Santo es la garantía de nuestra salvación, porque a través de él la obra de Cristo es aplicada en nuestra vida de manera eficaz, nos santifica y nos hace perseverar como santos de Dios hasta el día glorioso de Cristo.

“No nos avergonzamos de confiar en Dios porque él cumple lo que promete.”

No vivamos sin esperanza, ni vivamos con falsas esperanzas, la realidad de un futuro con Dios es único, pero es en el presente donde vivimos esta certeza futura, es decir, si hoy no vivimos y disfrutamos esta convicción, no será posible recibir el cumplimiento de las promesas, ni la manifestación de lo que hoy disfrutamos en Dios. La fe con la que esperamos en el mañana es ejercida hoy en la comunión con Dios, esta fe que es la seguridad del perdón y de la salvación en Cristo.

A pesar de los tiempos malos del presente, el amor de Dios que se manifiesta en nuestras vidas y que se siente en el corazón nos sostiene, nos ayuda a soportar penalidades naturales en esta vida y los sufrimientos por la causa del evangelio, pues algunas veces por nuestra  fidelidad a Dios y nuestra dedicación a su servicio, muchos buscan afectarnos por enviadas, o prácticamente movidos por satanás, es aquí donde podemos abastecernos en el amor de Dios.

Esperemos en la promesas de Dios con la fe en Cristo y todo será cumplido en el tiempo determinado por Dios; las promesas no se cumplirán ni antes, ni después, será justo en el momento y en la forma perfecta.

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