A través de la historia bíblica podemos leer cómo Dios se ha manifestado para que su pueblo confirme su fe en él, pero también dando un lugar para que los que no creen puedan creer.
Las manifestaciones de Dios han sido de muchas maneras, desde manifestar su amor para con un pueblo que no tiene una tierra propia, como también en la destrucción de quienes tenían otros dioses y se rehusaban a estar en paz con su pueblo, aunque nunca estuvo ausente el amor y la misericordia de Dios.Quizás para muchos sorprende el hecho de cómo Dios se manifestó para consolidar a su pueblo, para protegerlo y así cumplir la promesa de tener un pueblo bendecido y libre. Sin embargo, cuando vemos el sacrificio de Cristo para sacarnos de la maldición del pecado, es Dios quien envió a su propio hijo por amor a nosotros.Todo esto nos hace ver el interés que Dios ha tenido para que nos vaya bien al volver nuestros corazones a él, para creer y recibir el ofrecimiento de su gracia con la que podemos ser perdonados y con la que sus bendiciones y favores abundan permanentemente. En estos mismos momentos de tantas necesidades, Dios también está mostrándose, para que nuestra vida pueda estar afianzada por la fe el él, al aceptar que es digno de toda confianza y que nuestro bienestar solo depende solo de él.