Dirigidos por Dios jamás nos perderemos

Nuestro Dios jamás nos olvida, además siempre tiene presente sus promesas, y la guía que le da a nuestra vida es total. No estamos olvidados ni perdidos porque le pertenecemos a Dios.

En todas las cosas que son difíciles para nosotros, en las rudas travesías de la vida siempre podemos salir adelante, porque él es el único capaz de abrir caminos en donde no los hay.

Cuando le confiamos a Dios nuestra vida él la encamina conforme a sus planes, por eso es que no debemos oponernos a su voluntad, ya que nos creó y también trazó un plan para nuestra vida. Nuestra vida es guiada a él a través de los méritos de Cristo y por el poder del Espíritu Santo.

No debemos temer en el presente ya que Dios está siempre actuando, ya que todo lo ha dispuesto de tal manera que podemos estar en comunión permanente con su presencia, pues todo lo que hacemos, debemos hacerlo conscientes de que es para su gloria, y por eso debemos hacerlo todo de la mejor manera. Tampoco debemos temerle al futuro, ya que nuestro Dios que es eterno nos guiará aún más allá de la muerte, confiemos que nuestra vida está plenamente segura en sus manos.

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