
En medio del peligro de muerte debemos clamar a Dios, porque la oración es un llamado de auxilio, es por eso que en los peligros no debemos tener miedo sino confianza, ya que nuestro Dios jamás puede ser impedido por nada, ni por nadie para hacer de nosotros y con nosotros lo que disponga.
Siempre estamos en peligros, lo cual se acabará cuando estemos cara a cara con Dios, por eso es que hoy debemos buscar la protección de Dios, y si en algún momento estamos enfermos o heridos tenemos promesas para buscar la cura y la sanidad en Dios.Hay quienes han estado al borde de la muerte, pero han orado y Dios milagrosamente los ha sanado. Otros que buscaron la sanidad murieron, porque Dios quiso darles algo mucho mejor, les dio la sanidad total, tanto la del cuerpo como la del alma, esto porque esperan la resurrección con un cuerpo perfecto y porque el alma ya disfruta la gloria de Dios.Dios nunca nos dejará bajo el poder de la muerte, porque está ya ha sido vencida. Hoy es el tiempo oportuno para pedirle a Dios protección para que nuestro cuerpo esté saludable, o para que él opere sanidad. Es bíblico pedir que otros también oren por nosotros, y lo mismo, nosotros también debemos orar por la sanidad de nuestro prójimo.