
Hoy podemos ser fuertes si reconocemos a Dios como necesario en nuestra vida, el mal no podrá penetrar cuando estemos dentro del refugio divino y tan luego clamemos a Dios por ayuda, tan pronto será su respuesta.
En cualquier generación y en cualquier tiempo siempre tenemos a Dios que nos defiende del mal, nos asegura un lugar de gran protección a su lado. Dios nunca nos rechaza a los que vienen a él en un acto de humildad, de confianza y de arrepentimiento, siempre ve a los que caminan obedeciendo sus normas, y escucha el clamor de ellos para responder sus oraciones.En los tiempos de crisis debemos ver a Dios como nuestra salvación, en los buenos tiempos debemos reconocer que todo proviene de su mano bondadosa y que en cada acto tiene como propósito estar en una estrecha relación con nosotros, para que en lo cotidiano disfrutemos de él.