Dios nos bendice en tiempos difíciles

En efecto, Dios de manera oportuna nos envía sus bendiciones, cuando más lo necesitamos se manifiesta a nuestra vida, nunca nos deja solos, pues tiene un lugar para nosotros cerca de él.

Si hoy estamos pasando por angustias, en lugar de quejarnos debemos clamar, en lugar de lamentarnos, debemos echar mano de todos los recursos que Dios nos ha dado para pedir su auxilio e intervención.

Las bendiciones que Dios nos envía son como la lluvia, antes de que caiga a la tierra para humedecer el suelo e impulsar el cultivo, escuchamos truenos y vemos relámpagos, quizás hasta nos asustamos, pero tal cosa anuncia la bendición de la lluvia. Así mismo es nuestra vida, quizás estemos pasando tiempos de opresión, pero todo esto anuncia el amor y la misericordia de Dios para nuestra vida.

Si hoy nos sentimos marchitado como una planta porque hemos sido golpeados o hemos pasado bajo el calor abrasador y del calor del sol, abramos nuestras hojas y flores, porque la lluvia del cielo viene en camino, recordemos que no estamos solos y Dios ve nuestra aflicción.

Para Dios también somos como corderitos que necesitan la presencia de su pastor, a los cuales nunca dejarán estar solos para que no se pierdan o para que no sean devorados por las fieras del campo. Es Dios en buen pastor que le da a su rebaño oportunamente todo lo que necesita teniéndolos a su lado.  

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