Hoy por gracia de Dios tenemos la fe en Cristo y tenemos al Espíritu Santo; por Cristo somos salvos y por el poder del Espíritu Santos perseveramos en la verdad, en la que debemos estar firmes hasta que Cristo venga.
«La confianza en Dios nos hace vivir sólidos en Cristo, pero si lamentablemente nuestra fe no está en Cristo ni en las promesas de Dios viviremos con falsas ilusiones y falsa esperanza. Hay quienes han sido adoctrinados bajo pensamientos de hombres, los cuales se han vuelto radicales y celosos pero no del evangelio, y es que esta es una característica de las sectas.»
El apóstol Judas escribe a la iglesia que está sufriendo la presencia de los falsos maestros, y por eso les recomienda que se mantengan firmes en la santa fe, porque la fe verdadera, la que viene de Dios nos hará aceptar que sólo Cristo es el Señor y salvador y que a él debemos seguir y servir, a diferencia de quienes siguen al fundador de una secta o de quienes solo viven religiosamente y no en una relación con Dios a través de Cristo.
Debemos estar juntos como hermanos edificándonos en Cristo y en su palabra, perseverando en la oración, clamando que sea el Espíritu Santo quien nos guíe y edifique en la verdad, que nos permita discernir lo que es de Dios, y nos libre de las mentiras de satanás, quien usa a muchos falsos predicadores para que con las artimañas del error seamos desviados de la verdad. Pero si nos aferramos a Cristo y a su palabra siendo sensibles a la guía del Espíritu Santo perseveraremos siempre en la verdad.