Guardar la palabra de Dios en nuestro corazón es la manifestación de nuestro amor y sometimiento a él, y esto tiene como resultado la vida en nosotros, pues siempre la revelación de Dios, sus ordenanzas y enseñanzas nos señalan a Cristo como nuestro Salvador.
Al aceptar la palabra de Dios somos orientados por la senda correcta, tenemos la dirección necesaria, por lo que al emprender en esta vida siguiendo los propósitos de Dios todo nos saldrá bien y nuestro camino será prosperado, ya que Dios tiene como propósito que siempre nos vaya bien y que su gloria resplandezca en nuestra vida.Debemos considerar la palabra de Dios como lo más valioso, como el tesoro que debemos guardar en el lugar más importante para nosotros, ahí en el corazón de donde emana la vida, los pensamientos, las intenciones y donde se gestan nuestras acciones, siendo así seguro honraremos a Dios y nuestras vidas serán bendecidas y edificadas.Es la palabra de Dios por el poder del Espíritu Santo la que purifica nuestro corazón de todo lo negativo, de lo que daña nuestra vida, de lo que la desanima y la hace sufrir, por eso, debemos llenar nuestra vida de la enseñanza de Dios, así también seremos guardados de pecar contra él, porque esta verdad hará que conozcamos la voluntad divina y que nos guiemos por ella para vivir muy bien.