A Dios no se le agota su misericordia

Con nuestra vida debemos adorar a Dios, su nombre debe ser honrado y exaltado, ya que permanentemente está dedicado a hacernos bien, incluso, de nuestros errores nos ha sacado, no saca y nos sacará, aún en esa condición, el Señor usa todo para nuestra salvación.

“Nuestro pecado está siempre delante de nosotros, aun en nuestro mejor esfuerzo fallamos, por eso necesitamos la misericordia de Dios.”

Por todo nuestro pecado merecemos la condenación eterna, pero Dios ha querido tener compasión de nosotros, nos participa de su misericordia, pues retrasa sus juicios para que nos alcance el tiempo y la vida y así podamos buscar el perdón, cosa que también es por el Espíritu Santo, porque a través de él nos convence de nuestro pecado y nos da la fe para confiar en Cristo.

Ciertamente muchos son nuestros pecados, pero más es la misericordia de Dios, y el que entiende la misericordia de Dios, no es motivado a pecar, más bien, con confianza se acerca a Dios buscando su misericordia, es agradecido y anhela consagrarse en agradecimiento a las bondades de Dios. Vivamos felices, porque nuestro Dios siempre nos hará bien, nuestra vida gozará de su abundante misericordia hasta el día que Cristo venga por nosotros y nos haga incorruptibles.

Por todas las cosas materiales también debemos buscar a Dios, porque por su misericordia somos sostenidos con el pan que necesitamos y en las tribulaciones nos asiste con su poder, para que estemos firmes, y nos consuela cuando el sufrimiento toca nuestro cuerpo. Hoy es buen tiempo para adorar a Dios, para que el mundo sepa que nadie hay como él, tan bueno y misericordioso.

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