
Debemos aprender a gozarnos en Dios por la obra de nuestra salvación en Cristo, pues esto produce mayor gozo que las cosas materiales, y debemos aprender a soportar las necesidades y los padecimientos con la fortaleza de Cristo.
“No lo digo porque tenga escasez, pues he aprendido a contentarme, cualquiera que sea mi situación. Sé vivir humildemente, y sé tener abundancia; en todo y por todo estoy enseñado, así para estar saciado como para tener hambre, así para tener abundancia como para padecer necesidad.” Filipenses 4:11-12 RVR1960
La verdadera medida del gozo incomparable e inagotable de nuestra vida no depende de las satisfacciones materiales y del cuerpo, se refiere a la presencia de Cristo, porque por él somos perdonados y liberados de la maldición del pecado, recibimos la salvación y la vida eterna. Sólo Cristo es el verdadero gozo en nuestra vida y al debemos buscar y enfocar la totalidad de nuestro ser y hacer.A pesar de muchas insatisfacciones en lo material nuestro presente y futuro puede estar bien por la esperanza que tenemos en Dios a través de Cristo; de que en su voluntad hará que estemos bien, nos dará lo que necesitamos, y siempre procurará que seamos ricos con la bendiciones celestiales y espirituales, hará que nuestra fe crezca y que siempre demos frutos como sus hijos.Debemos aprender a estar satisfecho en todo lo que sea la voluntad de Dios, aprendiendo a confiar en él y a obedecer su voluntad, esto también es parte de nuestra madurez cristiana, y es evidencia del desarrollo de nuestra fe, lo cual puede lograrse a partir de nuestra comunión mediante el Espíritu Santo sobre la base de la obra redentora de Cristo.