Dios siempre les hará justicia a sus hijos, pero tengamos en cuenta que Dios lo hará en el tiempo y del modo que el determine, sin embargo, tal cosa será perfecta.
“Consideremos que nosotros no sabemos a la perfección lo que nos es conveniente, lo que mañana puede hacernos bien o mal, pero Dios los sabe todo y siempre quiere lo mejor para nuestra vida. Algunas veces Dios permitirá las tentaciones o el fuego de la prueba, pero al final lo que Dios busca es refinar nuestra vida.”
El que tiene planes malos contra un escogido de Dios no triunfará, aunque pareciera ser lo contrario, porque todo lo que pueda hacer Dios se lo permitirá, aunque finalmente al malo lo matará su maldad. Si un justo cae siete veces, siete veces es levantado, lo cual significa, que Dios siempre nos sostiene, por eso, en nuestra aflicción debemos buscar su ayuda. y en todo momento demos confiar en él y poner nuestra vida y propósitos para que en todo nos dirija y nos proteja.
Los justos son perfectos y sin ninguna deuda ante Dios, no porque no tengan errores y caídas en el pecado, sino porque confían en la justicia de Cristo, han aceptado por la fe que Cristo es el que nos justifica y siempre que se equivocan conscientes de su maldad y seguros en los méritos de Cristo se arrepienten y buscan el perdón. Así es como de una adversidad o del pecado Dios siempre nos levantará, nos consolará, nos restaurará y nos hará vivir el gozo de su consuelo y de su perdón, más los malos que no aceptan la gracia de Cristo caerá e irán de mal en peor en el camino de la destrucción.