Dios nos da la bendición de ser sus hijos en Cristo y con él nos da las riquezas del cielo, Cristo mismo nos fue dado como salvador y por el podemos disfrutar las bendiciones de Dios todo el tiempo.
“Tengamos confianza y gozo en que Dios siempre procura nuestro bien y que hace todo lo necesario para que en esta vida nos vaya bien y disfrutemos vivir a pesar de los transes difíciles.”Las mejores cosas que nos hacen bien y que son disfrutables desde el alma son las riquezas del cielo; es la presencia de Dios en nuestra vida que nos imparte gozo, paz y esperanza, y sobre todo, nos da eterna salvación. Pongamos nuestro corazón en las cosas espirituales y celestiales y nuestra felicidad será para siempre.Todas las cosas que podamos recibir aquí en gran parte pueden ser buenas, pero no sustentan nuestra alma y son pasajeras. No gastemos nuestra vida buscando solo lo que nos ayuda en lo superficial, anhelemos lo eterno y que este anhelo sea la misma gloria celestial que nos es ofrecida y asegurada en Cristo.La mejor herencia que podemos recibir es disfrutar a Dios en nuestra vida y el que el haga disfrutar nuestra vida presente y aún más la futura con todo lo que nos promete, por eso en Cristo Jesús tenemos como herencia el reino de los cielos, un lugar en las mansiones celestiales. No nos desanimarnos en las grandes dificultades de la vida, porque si padecemos los padecimientos de Cristo también participaremos de su gloria, porque si somos hijos de Dios en Cristo, también con Cristo somos coherederos de Dios.