Siempre necesitamos estar en comunión con Dios

Quienes buscan a Dios con efectividad lo hacen a partir de la convicción, de que es digno de la alabanza, ya que el poder con el que creó, provee y gobierna es incomparable, a la vez que esta convicción es garantía de poder encontrar en Dios todo lo que nuestra vida necesita. Considerar el poder de Dios no provoca miedo aterrador, sino confianza y temor reverente.

“Todas las cosas que recibimos por el poder y la misericordia de Dios nos convocan para levantar la mirada a él con un gesto de gratitud y cargados de alabanza, porque tampoco Dios nos negará nada cuando clamamos a él buscando en su poder la satisfacción de todas nuestras necesidades.”

Las necesidades de nuestra vida hacen necesaria la comunión permanente con Dios a través de Cristo, por eso Dios mismo constantemente se manifiesta, y siempre nos llama con la palabra del evangelio, nos ofrece su gracia y nos imparte su misericordia. Siempre debemos estar ocupados en nuestra salvación, clamando a Dios por su presencia, adorando y sirviendo en todo lo que hacemos, pues como parte de nuestra adoración a Dios, conscientemente hacemos todo para su gloria, ya que todo es por él y para él, todo lo que existe es obra de su poder y fue creado para alabanza de su nombre.

En cada tribulación de la vida diaria tenemos la bendición de refugiarnos en el poder de Dios, en los momentos de debilidades por la misericordia de Dios contamos con su presencia y así podemos ser fortalecidos en el poder de su fuerza, pero esto demanda humildad delante de él, lo que nos permitirá recibir todo lo que necesitemos, pero también darle a Dios lo que por derecho le corresponde, y es por eso que debemos considerar toda la vida para su alabanza.

Compartir