Nuestro interés por el progreso del evangelio debe comprometernos en la oración, pues esto es muy indispensable para que Dios habrá puertas, para que los mensajeros hablen como se debe hablar, sean guardados y provistos de todo lo necesario, a la vez que la palabra sea confirmada en la vida de los oyentes.
“Dios ha dejado la oración como un recurso que debemos usar para buscar su ayuda en todo momento, ya que siempre estamos necesitados de él, pero también es la ocasión para que la iglesia este activa en la fe y en el servicio. Por eso, en el deber que todos tenemos de anunciar el evangelio, la iglesia del Señor debe dedicar un tiempo muy especial en la oración por este propósito.”
La efectividad de la palabra de Dios en los corazones depende de Dios y por ello debemos clamar; que tenga misericordia de los oyentes y que les ayude a recibir el mensaje con fe y sinceridad de corazón, de manera que sean salvos y les sea implantada la vida eterna por el poder del Espíritu Santo. Si oramos por este motivo, de esta manera estamos participando con todos los misioneros y mensajeros en todo el mundo, y también estaremos cumpliendo con la gran comisión, la de predicar el evangelio por todo el mundo.
Antes de que recibiéramos el evangelio seguramente muchas personas estuvieron orando por nosotros y por los siervos a quienes el Señor utilizó para darnos el mensaje y en nuestro discipulado. Ahora debemos hacer lo mismo por lo demás, pues lo que por gracia recibimos debemos compartirlo, si fuimos alcanzado por la misericordia de Dios para salvación en eso debemos participar. Que nuestro anhelo sea la salvación de muchos por la predicación del evangelio así como nosotros lo somos, por esto nuestro involucramiento en este motivo de oración es urgente, necesario y debemos hacerlo con gozo.