Dios nos llena de favores por su misericordia

Siempre debemos buscar la ayuda de Dios creyendo que tendrá misericordia de nosotros, y pensando en esto, también hay que confiar que lo que Dios determina es bueno, ya que siempre actúa para hacernos bien, aunque los procesos sean difíciles de soportar.

“Confiemos que Dios atiende la necesidad que tenemos y lo hacer para favorecernos, por ello hay que aceptar siempre su voluntad en cada una de sus respuestas.”

Al considerar a Dios como nuestro ayudador hay que hacerlo sobre la base de la convicción que él es Señor de todo, pero es también el Señor de nuestra vida, por lo que esto demanda no solo buscar a Dios cuando lo necesitamos, lo cual sería únicamente un acto religioso sin sentido y sin respuesta. La búsqueda de la ayuda de Dios debe ser la búsqueda de su presencia para someternos gozosa y voluntariamente, reconociendo su nombre, obedeciéndolo y glorificándolo como es digno que se haga.

Nunca hay que reprocharle a Dios en los procesos difíciles de la vida, primero porque el sabe lo que hace, y segundo porque nada bueno nos merecemos. Por lo mismo, no hay que esperar la respuesta de Dios a nuestras necesidades sobre la base de nuestras buenas obras, es decir, nunca por lo que somos o hacemos, más bien debe ser sobre la base de sus atributos; por lo que él es y ha prometido. Es sólo de esta manera cuando por el nombre de Dios, es decir, en base a lo que nos ha revelado de él, y conforme a sus promesas podemos pedir y seremos favorecidos con gran amor y misericordia.

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