Lo más importante en la familia

No dejemos para mañana lo más importante, por estar siempre haciendo lo que es urgente pero que a nuestra vida espiritual le resta en lugar de sumarle. Cunado tenemos prioridades que nada tienen que ver con honrar el nombre de Dios, aunque logremos cosas materiales, la vida interna y la familia cada vez estará más pobre y doliente.

“El crecimiento de la fe, el bienestar cristiano de la familia no puede esperar para mañana.”

La base para la familia no es la economía, una buena casa o un trabajo reconocido. Estas cosas son buenas, pero vendrán como resultado o consecuencia de lo más importante; de amar a Dios por sobre todas las cosas, Y al vivir y dirigir nuestras vidas a través de Cristo.

Propongámonos en el hogar ocuparnos en crecer cristianamente, establezcamos metas y midamos nuestro desarrollo en fe, de tal manera, que siempre estemos dependiendo en todo de Dios y haciéndolo todo para su gloria.

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