
Dios es la fuente de nuestra misericordia, por lo tanto, debemos estar seguros de que esta no podrá faltarnos. Nunca debemos retrasar la búsqueda de nuestro perdón o de todas las cosas, puesto que Dios siempre tiene disponible para nosotros todo lo necesario espiritualmente, y además podemos buscar en él el pan de todos los días, ya que su actitud hacia nosotros es mejor que la de un padre bueno que sustenta a sus hijos.
«No sólo Dios pose todo lo que nos hace bien y nos permite disfrutar esta vida y la venidera, sino que también nos ha abierto el camino para poder acceder a él y a sus bondades, además nos ha abierto los ojos de la fe, para que precisamente podamos creer en Cristo quien es el camino a él, el que nos une con él y nos permite disfrutar de todas las cosas que ha determinado para nuestro bien desde la eternidad.»
En la condición de pecadores esclavos de satanás se vive sujetos a la mentira, puesto que el mal destruyó la capacidad humana para conocer la verdad, por eso es por lo que únicamente, mediante Cristo podemos conocer a Dios y salir de las mentiras de satanás, en donde cada promesa del maligno es falsa y al final el placer se convierte en el peor dolor infernal. Sólo la aceptación del evangelio puede cambiar nuestra condición y rumbo, porque el evangelio es Cristo, el que nos alumbra en la mente y en el corazón para vivir en la verdad, porque él es la sabiduría de Dios para conocer la verdad y ser salvos.Hoy podemos recibir como mayor bendición la vida eterna si dejamos a tras nuestra incredulidad, si no despreciamos a Cristo para vivir conforme a sus palabras. No esperemos para mañana, hoy es el día para abrazar a Cristo y sus ofrecimientos gloriosos, por eso nos dice; “Yo soy”, porque precisamente, es a el al que necesitamos y Dios nos lo ha ofrecido para que disfrutemos vivir eternamente al creer por la fe. Unámonos al Padre celestial por Cristo y disfrutemos de él para siempre.