Sí podemos relacionarnos con nuestro Dios santo y glorioso

Cuando conocemos de Dios y lo conocemos a través de una experiencia espiritual, cuando nos relacionamos con el y disfrutamos su presencia, también somos confrontados con nuestros pecados al comprender que Dios es tres veces santo. La santidad de Dios demanda nuestra santificación y consagración, es decir, debemos ser dedicados únicamente a Dios para darle la gloria en todo y ser transformados por medio de sus Espíritu Santo.

«Así como Dios está separado del pecado y no puede de ninguna manera ser tentado, nosotros a través de su gracia somos elegidos para su gloria, él nos apartó y por medio de Cristo en su muerte y derramamiento de sangre nos santifica, de manera que somos unidos a él, porque, aunque es santo y nosotros pecadores en Cristo es quitado el pecado, Dios no vuelve a tener más memoria de nuestros errores perdonados, y además somos fortalecidos para vencer al tentador. Pero para esto es necesario creer por la fe en Cristo y permanecer en él.»

Nuestro esfuerzo en la gracia de Cristo debe ser permanente, porque sólo en Cristo podemos ser edificados, de manera que estemos mas firmes ante el pecado para que el nombre de Dios esté siendo santificado con nuestra forma de vivir. En esto también somos ayudados por el Espíritu Santo, ya que con su poder vamos siendo santificados y transformados a la imagen de Dios, sólo por este poder divino es que logramos los frutos espirituales que agradan a Dios y sirven de testimonio de que creemos en Dios y que se ha manifestado en nuestras vidas, así también es manifiesto Cristo y el Espíritu Santo.Todo lo que Dios realiza es bueno, porque todo lo hace con su poder y perfección. En todo Dios muestra su santidad y poder, por eso hay que vivir conforme a su buen propósito, sujetos a su autoridad y confiando en sus propósitos. Dios quiere que seamos santos como el es santo, y aunque nos parezca imposible, él lo puede hacer posible, para él no hay nada imposible al realizarlo todo gloriosa y poderosamente y, de hecho, ya está operando en nuestras vidas, por lo que, hay que conformarnos siempre ha su voluntad, la cual por lo mismos es agradable y perfecta.

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