Cristo es la bendición de Dios para darnos vida mediante su muerte en la cruz, pero también de esa manera queda revelado Dios, porque todo lo que Cristo dijo e hizo, fue lo que el Padre le indicó, y en todo ello Dios da a conocer con cuan amor nos ha amado, porque sin que lo merezcamos tiene como propósito la vida eterna, y esto no es sólo una posesión, sino también una posición, ya que aquí disfrutamos de la vida, pero un día será más plena y, además, viviremos con Dios por siempre.
«Dios es glorificado en nosotros por Cristo; primero, porque nos es dada a conocer la gloria de Dios con la que nos salva, porque siendo presa del mal nos libera, derrota el poder del mal, nos salva del pecado y también destruye el poder de la muerte, ya que por cusa del pecado la muerte tenía poder sobre nosotros al estar bajo maldición por pecar contra Dios, así el resultado de la obra de Cristo es la vida. Segundo, cuando somos salvos Dios se glorifica así mismo, se goza y también los corazones agradecidos le damos tributo por su gran misericordia con que nos da vida.»
Cristo nos permite conocer al Padre viniendo a este mundo, pero también nos asegura conocer al Padre cuando nosotros vayamos a él, porque precisamente, Cristo es el camino al Padre; Cristo abrió el camino del cielo a la tierra, pero también de la tierra al cielo. Por otra parte, cotidianamente podemos conocer más a Dios y disfrutar de él, porque su obra en nosotros es constante, nos transforma conforme a la imagen de Cristo, y podemos disfrutar su amor, ya que nos dio al Espíritu Santo con el que de manera espiritual podemos abastecernos en el amor divino.
Por la condición humana bajo el pecado y el poder de satanás, nadie puede escapar sólo, ni tampoco se puede conocer la verdad, y como consecuencia es imposible relacionarse con Dios. Esta condición es mortal, sin embargo, aquí se reveló Dios de manera soberana, porque pudo por el evangelio cambiar nuestra condición de muerte, por la de la vida.
El evangelio es el poder de Dios para salvación, es la sabiduría para conocer a Dios, y la luz para ser alumbrados y conocer la verdad. Cristo es el evangelio, su obra, su persona y palabras se mostraron en el mundo y en la cruz, con lo que ningún poder del mal puede someternos al pecado y ni a la muerte, sino que tenemos la vida en Cristo para siempre.