Avancemos hacia adelante con gozo

Nuestro principal objetivo en la vida debe ser glorificar a Dios, por esto es por lo que todos nuestros planes, propósito, metas y deseos debe honrar a Dios. Vivir la vida de esta manera nos asegura grandes bendiciones, ya que Dios siempre prospera a quienes buscan glorificarlo y lo consideran como ayuda. Nuestro mayor gozo no viene de las cosas que logramos, sino de la presencia de Dios que nos acompaña y de su respaldo en nuestros propósitos.

«Debemos buscar la voluntad y propósito de Dios para nuestras vidas confiando que él tiene lo mejor para nuestro bien y que es capaz de sacarnos adelante. Así mismo, hay que poner en él todas nuestras cargas diarias y todos lo pesares que nos traen cansancios y aflicciones. Dios nos da el reposo, la fortaleza y toda la capacidad espiritual para que avancemos hacia adelante con gozo y prosperando siempre a la manera de él.»

Si nos rendimos a Dios, si enfocamos nuestra visión en él con fe y amor vamos a relacionarnos más con él y conoceremos lo que tiene para nuestra vida, así andaremos en sus planes y nuestras metas serán las que el quiera que alcancemos. En esta vida no hay nada de deleite cuando no tenemos un propósito para vivir, cuando no hay aspiraciones e inspiraciones, y cuando por lo mismo no tenemos logros a tribuidos a nuestro Creador y Sustentador.

No podemos vivir separados del que nos dio la vida, porque él diseñó nuestro buen futuro y sólo podemos lograrlo de la mano con él y siguiendo obedientemente todos los principios y normas que nos ha dado para ello. Precisamente, la palabra de Dios nos muestra a Cristo para que estemos en estrecha relación con Dios al grado de ser uno con él. De la misma manera, por Cristo tenemos una nueva naturaleza para vivir según Dios y la mente para que así estemos en armonía con los planes y propósitos de Dios, y para que avancemos con gozo en esa dirección que es la mejor para nosotros y con ello glorificamos a Dios para siempre.

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