Que nada nos haga cambiar de parecer en cuando a lo que hemos creído por el evangelio y mediante la fe, porque es por el evangelio que podemos tener conocimiento de Cristo quien es el Salvador que murió para resolver nuestro problema de pecado, y así creyendo tenemos perdón de pecados y vida eterna. Cristo logró con su sacrificio todas las bendiciones de Dios, porque su sacrificio fue aceptado por Dios como perfecto, pues él no conoció pecado como sacerdote y como ofrenda era sin defecto.
Cristo hizo todo en la misma presencia de Dios, y nos presentó para ser recibidos gratamente por toda su obra perfecta. Hoy ante el pecado y ante toda dificultad podemos ser perdonados y ser firmes, porque permanentemente intercede por nosotros. Cristo conoce nuestras debilidades y se compadece, porque él mismo padeció debilidad y fue enfrentado por el mal. Confiemos en Cristo, permanezcamos en él y esperemos todas las promesas de Dios por medio de él, porque nada faltó que hiciera y nada falta que haga para que siempre nos vaya bien a la manera de Dios aun en los momentos mas duros de la vida.