En los tiempos difíciles busquemos la fortaleza en Dios

Los momentos de tribulaciones nos afectan mucho, por eso en esas circunstancias difíciles quisiéramos que todo terminara pronto, pero no siempre ocurre así, por el contrario, vemos como las cosas se complican. Es ahí cuando es medida nuestra fe y nuestras convicciones de Dios, pues debemos tener la seguridad que Dios está conduciendo todo en la historia y que al permitir esa situación nos está revelando quiénes somos realmente y lo que debemos procurar ser. Nuestra actitud en la adversidad debe ser positiva, de confianza y obediencia, porque sólo así sabremos como actuar correctamente para ser en verdad bendecidos por muy difícil que sea todo.

«Y David se angustió mucho, porque el pueblo hablaba de apedrearlo, pues todo el pueblo estaba en amargura de alma, cada uno por sus hijos y por sus hijas; mas David se fortaleció en Jehová su Dios.» 1 Samuel 30:6 RVR1960

La única manera de aguantar la angustia, de salir bien librados y bendecidos es buscando el amparo de Dios; es sólo Dios el que nos brinda de su fuerza, nos muestra la salida y los resultados espirituales en nuestras vidas durante ese proceso. Por esto es por lo que, en las pruebas de nuestra fe aprendemos a confiar más en Dios, a cultivar nuestra comunión con él y a prestar atención a la necesidad de madurar cristianamente para tener un carácter firme y que glorifique a Dios.

Está bien que seamos quebrantados en los procesos del sufrimiento, pero no está bien que estemos amargados, porque la amargura nos lleva a culpabilizar, a murmurar y Dios no es honrado, por el contrario, se desprecian sus promesas y mandamientos. El quebrantamiento nos ayuda a ver nuestro pecado, fragilidad y por lo mismo Dios nos ayuda para que aceptemos su ayuda y es en ese proceso en donde somos perdonados, restaurados y fortalecidos para soportar, crecer y perseverar a pesar de la dura adversidad. Si estamos pasando por un tiempo difícil busquemos la fortaleza en Dios, ahora mismo.

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