1 Por la fe podemos estar firmes en Cristo.La fe puede también significar, estar establecidos en Cristo, estar firme en él, no moverse por nada de la verdad. Por la fe es que podemos estar en Cristo y con el Padre, porque el Espíritu Santo nos ayuda a colocarnos en Cristo como la base para la vida y para todas las bendiciones divinas.Fuera de Cristo no hay salvación, de ninguna manera se puede disfrutar de Dios en una estrecha relación, ni podemos vivir agradándole, ni libre de condenación eterna, por tal razón el que no está en Cristo por la fe, aún vive bajo medición. “Estad, pues, firmes en la libertad con que Cristo nos hizo libres, y no estéis otra vez sujetos al yugo de esclavitud.” Gálatas 5:1 RVR1960
2 Por la fe conocemos la verdad.
Con la fe se puede tener como verdadero lo que realmente es verdad, por lo tanto, cuando nos llega el evangelio a los oídos, sólo se puede recibir por medio de la fe, y así es como también por medio de la fe somos traídos a Cristo. La fe con la Palabra de Dios como verdad nos ayuda para no ser engañados por ningún milagro falso o que no pertenezca a Dios, porque precisamente con la verdad que es aceptada por la fe se explica la obra de Dios y sus propósitos.
En este mismo sentido, la fe es la que nos convence de qué testimonio es verdadero, pues la fe llega por la operación del Espíritu Santo con el propósito de centrarnos en Cristo. “Pero la unción que vosotros recibisteis de él permanece en vosotros, y no tenéis necesidad de que nadie os enseñe; así como la unción misma os enseña todas las cosas, y es verdadera, y no es mentira, según ella os ha enseñado, permaneced en él.” 1 Juan 1:27 RVR1960
3 Por la fe reposamos en Cristo.
El poder descansar en Cristo es real por medio de la fe, porque sólo podemos ir a Dios para que quite nuestros pecados y nuestra culpa cuando confiamos en la oferta de Cristo. De la misma manera, ante las aflicciones de este mundo nos depositamos en Dios, nos fiamos a él porque sentimos seguridad de ser protegidos y confortarnos para no sea arrasados por las tribulaciones.
La fe nos lleva a Cristo quien es el reposo verdadero, porque por él descansamos espiritualmente y también nuestro cuerpo es asistido. “Venid a mí todos los que estáis trabajados y cargados, y yo os haré descansar. Llevad mi yugo sobre vosotros, y aprended de mí, que soy manso y humilde de corazón; y hallaréis descanso para vuestras almas;” Mateo 11:28-29 RVR1960
4 Por la fe tenemos esperanza.
La persona que confía en Dios es aquel que tiene toda su esperanza en él, tanto para el presente como para el futuro. La fe nos permite tener conocimiento de Dios, de las promesas reveladas para ahora y para mañana, de esta manera no solamente sabemos de Dios, sino que conocemos a Dios y dependemos totalmente de sus propósitos, con la certeza de que todos los propósitos de Dios son buenos y eternos, aunque se viven y disfrutan ahora de alguna manera. “Porque yo sé los pensamientos que tengo acerca de vosotros, dice Jehová, pensamientos de paz, y no de mal, para daros el fin que esperáis.” Jeremías 29:11 RVR1960
5 Por la fe encontramos refugio seguro en Cristo.
Los creyentes en Cristo tenemos la bendición de poder escondernos en él, a través de conocer que su obra en la cruz a vencido al mal, satanás ya no puede acusarnos, el pecado original ya no nos domina y la muerte como maldición ha sido derrotada. Todo este conocimiento por la fe se vuelve una experiencia que puede sentirse y disfrutarse en lo más profundo de la vida, pero que también se hace visible con acciones de confianza.
De esta misma manera, la fe también nos hace huir del mal para escondernos en Dios, lo cual no implica cobardía, sino conocimiento, prudencia y dependencia en Dios como alto y poderoso refugio para su pueblo. “En ti, Señor, busco refugio; jamás permitas que me avergüencen; en tu justicia, líbrame.” Salmo 31:1 NVI