Con Su Palabra Dios nos atrae a él

La Palabra de Dios nos dice mucho de él, de quién es, de lo que hace y de su plan para salvarnos por medio de Cristo. En las primeras páginas de la Biblia, encontramos la obra de creación y de providencia de Dios, ahí nos muestra lo maravilloso de su creación y su propósito al crear al hombre bueno y en comunión con él. Está visto que todo lo que Dios quiere nos hace bien, porque la parte central del contenido de la revelación de Dios, expresa el interés de Dios para rescatar a la humanidad del pecado.

«El fin de toda la ley y de la revelación de Dios, es para que conociendo a Cristo creamos en él y desea manera seamos unidos a Dios para glorificar su nombre y gozar de él para siempre. Dios quiere que desde lo profundo de nuestro ser nos convirtamos a él, es decir, Dios quiere que dejemos la vana manera de vivir bajo el pecado, siguiendo a satanás y que regresemos a él, a esa comunión espiritual para la que fuimos creados a su imagen y semejanza.»

Todo lo que la Biblia dice de Dios y de su plan es verdad, se cumple con fidelidad y no tiene ningún error, porque incluso, toda la Palabra de Dios, se explica por si sola, ya que Dios tiene el propósito de que le conozcamos y que le creamos. Pero, además, la Palabra de Dios, tiene el poder espiritual de llagar a lo profundo de nuestro ser, y es aplicada por el Espíritu Santo para que actúe viva y eficazmente, y es así como nos hace voltear la mirada hacia Dios y nos impulsa a poner la fe en Cristo para salvación.Más que ser llenos de información con la Palabra de Dios, podemos experimentar la vivificación, la sanación y la transformación. La Palabra de Dios es la verdad que liberta de toda mentira de satanás, nos guía en la práctica diaria de la fe y nos recuerda todas las promesas y bendiciones que Dios tiene para nuestras vidas. Por esto, todo aquel que recibe el mensaje de la Biblia y es ministrado con el Espíritu Santo, no puede quedar en la condición espiritual contraria a Dios; en arrogancia, ni en la ignorancia, sino que experimentará la íntima comunión con Dios para salvación.

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