Que nada te detenga

Es posible que muchos en este momento están sintiendo que ya no pueden más, que ya no les quedan ganas para seguir adelante. Lo cierto es que no nacimos para vivir sin la ayuda de nuestro Creador porque Dios nos creó con el propósito de tener comunión con él, ya que esa es la única manera de poseer todo lo que espiritualmente se necesita para vivir la vida bien y seguir perseverando en lo que nos toque hacer.
«Solamente nuestro Creador puede ayudarnos para que le encontremos sentido a la vida y para que no dejemos de luchar.»
Hoy Dios nos ofrece a Cristo, porque el es el medio por el que recibimos el perdón y podemos disfrutar de la fortaleza para perseverar. El pecado es el problema espiritual que ha distanciado al hombre de Dios y mientras ese problema no se resuelva no seremos capaces de vivir la vida de manera correcta, al agrado de Dios, sintiéndonos satisfecho y con la esperanza verdadera.
Muchos, aunque hacen grandes cosas y tienen muchos logros se sienten incompletos y carentes de felicidad. Así también muchos no le encuentran sentido a nada y se sienten inservibles, pero también por otro lado, muchos se creen capases llenos de soberbia y piensan que el mundo es lo mejor para gozarse y así es como viven conforme a la carne y al sistema de esta vida. Lo que muchos no saben es que el mundo es pasajero.
Dios quiere que pongamos nuestra fe en Cristo para que sigamos avanzando y luchando ante todo lo que se opone para que desistamos en nuestro andar en este mundo bajo la guía del evangelio. Pensemos que aun cuando nuestras jornadas en esta vida son pasajeras, Dios quiere que las vivamos conforme a su propósito. Clamemos a Dios, él nos mostrará lo que necesitamos y nos manifestará su poder. “Tomemos en cuenta esta palabra: Aguarda a Jehová; Esfuérzate, y aliéntese tu corazón; Sí, espera a Jehová.” Salmos 27:14