Sí podemos vencer las pruebas

Dios nos da todo lo que necesitamos para enfrentar los problemas, y esto es justo lo que debemos hacer, enfrentarlos, porque no se trata de huir de ellos o de pedirle a Dios que los quite. Confiemos que después de enfrentar las dificultades estaremos más fortalecidos y seremos creyentes maduros y confiados en Cristo, ya que precisamente Dios nos revelará más a nuestros Salvador en esas dificultades.

“No os ha sobrevenido ninguna tentación que no sea humana; pero fiel es Dios, que no os dejará ser tentados más de lo que podéis resistir, sino que dará también juntamente con la tentación la salida, para que podáis soportar.” 1 Corintios 10:13 RVR1960

Dios regula todo lo que nos sobreviene y nos prepara para enfrentar todo, porque él no quiere nuestra destrucción en esos procesos, sino que tiene como propósito que estemos más firmes en Cristo por medio de la fe. La firmeza en nuestra vida ocurre porque siempre debemos buscar las promesas de Dios en las dificultades de la vida, y hay que recordar que tenemos garantizados los favores de Dios por nuestra fe en Cristo.Siempre que vamos a Dios por medio de la oración, cuando recibimos su palabra, cuando adoramos y servimos con amor somos fortalecidos, y es de esta manera como podremos estar de pie cuando somos probados. Confiemos en las palabras de Dios para que siempre nuestro corazón esté lleno de esperanza, porque de lo contrario puede llenarse de miedo y desconfianza. En esto tomemos en cuenta que lo que Dios nos revela en su palabra lo confirma en el corazón por medio de su Espíritu Santo. Esto es una gran bendición porque así somos convencidos para estar seguros de que va a ocurrir lo que Dios ha dicho.No nos sintamos atrapados sin salidas en las tribulaciones o sucesos de la vida, porque si Dios vela por nosotros y controla todo él nos da la solución, solamente es cuestión de buscar su ayuda y esperar su respuesta. Recordemos que, si Dios permite que llegue algo difícil en la vida, con ello mismo llegará la solución y la bendición, porque con el obrar de Dios esto es posible. No debe haber lugar en nuestra mente para la derrota, porque en el plan de Dios eso no está, su propósito es nuestra victoria en Cristo para que salgamos adelante y para que disfrutemos de su gloria. 

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