La fatiga de nuestra vida es espiritual, el alma sin Cristo está cargada de pecado y eso hace que estemos agobiados, afligidos en nuestro interior, y por lo mismo así en la vida todo está mal. Cristo es la respuesta para este problema del ser humano, es la provisión que Dios nos ha dado para que obtengamos la solución. Lo único que tenemos que hacer es creer en Cristo así el Espíritu Santo aplica el evangelio en nuestras vidas y en Cristo podemos tener descanso.
«Cristo cargó la pesada cruz por nosotros, esto significa que él quiso cargar con todos nuestros pecados para que ahora podamos estar bien. No sigamos sufriendo con esa carga espiritual, ni tratemos de salir de este problema con nuestros propios recursos, porque de esa manera le añadimos más peso a la vida. No pensemos que Dios nos va a aceptar porque tratemos de portarnos bien, ya que Dios nos acepta solamente cuando confiamos en Cristo y confesamos que él es nuestro Salvador, y así él nos bendice también para tener una mejor conducta.»
En nuestra vida diaria necesitamos ir poniendo todas nuestras cargas en Dios, eso que aflige físicamente al cuerpo. Siempre somos físicamente vulnerables ante las aflicciones de este mundo, pero Dios nos da la bendición de buscar su ayuda con total esperanza. Si estamos a punto de desmayar porque es bastante el peso que hay sobre nosotros, hagamos uso de la oración y con humildad clamemos a Dios y él nos dará descanso y nos infundirá fuerzas.Que ninguna adversidad de la vida nos impida avanzar. Que nada nos derrote. Pero para esto no debemos pensar que nosotros solos podemos prosperar, aceptemos que el pecado, satanás y la carne influyen siempre en todas las cosas que padecemos durante las jornadas del día. Dependamos siempre de Dios, creamos que él obra en cada instante para darnos aliento, fortaleza, tranquilidad y para que no perdamos la esperanza de las cosas maravillosas que llegarán a nuestras vidas como promesas de Dios. Vivamos este año al máximo fortalecidos por Dios, reposando en él y llenos de esperanza.