Solamente Dios nos salva al poner nuestra mirada de fe en él

Cuando prestamos atención a la palabra de Dios, cuando miramos sus maravillas y vamos al encuentro con él nuestra vida cambia por completo; pasa de muerte a vida y recibimos todas las bendiciones de su gloria. Nuestra bajeza como seres humanos es por vivir indiferentes a Dios, despreciando su plan de salvación y conformándonos a este mundo pasajero y vano, en donde satanás mantiene su influencia.

«Centremos nuestra vida en Dios, hagamos uso de su palabra para que con la ayuda del Espíritu Santo seamos convencidos para tener comunión con él, para que crezca nuestra fe y vivamos siempre confiando en sus promesas. Si dependemos de Dios también aprenderemos a buscar diariamente todas las cosas en él, así tendremos esperanza y esperaremos con calma todas sus bendiciones, porque siempre que buscamos a Dios y buscamos todo en Dios nuestra vida será llena de sus bondades.»

Apartemos la mirada de nosotros mismos o de los ofrecimientos del maligno, pues satanás con astucia busca llamar nuestra atención. Escuchemos la voz de Dios porque él quiere que seamos su pueblo y sus hijos. No importa cuál es la vida de maldad o lo grande de la indiferencia ante Dios, él perdona, recibe y restaura. Hoy Dios te llama para que salgas de esa vida de miseria y de dolor, para que hoy recibas el gozo eterno y todas las riquezas del trono celestial.Nadie hay tan bueno como Dios ya que él nos ha amado aun cuando no lo merecemos, pero también nos ha dado su amor porque lo necesitamos, pues sin Cristo no se puede recibir la salvación. La salvación no se logra por obras nuestras, sino por la obra de Dios en Cristo, por eso cuando nos llama para que lo miremos, significa que debemos poner nuestra confianza en él creyendo en Cristo. Así que, ahora mismo enfócate en Dios, vive para su gloria y así vas a disfrutar siempre del Dios incomparable.

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