Si tenemos a Cristo tenemos todo lo que necesitamos para ser libres del poder de satanás, así también podemos resistir todo sus ataques y podemos perseverar seguros hasta el final. La batalla contra el maligno es real e inevitable, por eso Dios nos da todo lo que espiritualmente es necesario, y lo más importantes es creer en Cristo, permanecer en él y practicar nuestra fe a través del evangelio revelado en la Biblia.
«Hay que tener presente que la armadura espiritual que Dios nos ha dado, no solamente es defensiva, sino que también es ofensiva, es decir, podemos soportar los ataques tentadores de satanás, y de la misma manera también podemos reprenderlo y atacarlo para que huya de nosotros.»
En Cristo siempre estaremos protegidos y envueltos con su poder y fuerza, y cada vez que por medio de Cristo clamemos a Dios él hará que se cumplan sus promesas en nuestras vidas, así nos exaltará y los planes de satanás serán disueltos, porque no podrá robarnos las bendiciones de Dios, no nos podrá destruir ni de nuevo nos podrá separar de Dios. Es muy importante que comprendamos que vivir conforme al evangelio trae como resultado de que Cristo sea manifestado en nosotros, que lo confesemos todo el tiempo y que jamás nos apartemos de la verdad, porque si el diablo es mentiroso, la verdad del evangelio destruirá sus obras y planes de mentira. Así que, si Cristo está en nosotros y con nosotros venceremos a satanás.