Aunque nos toque pasar por la situación más difícil de la vida podemos avanzar con la seguridad de que no estamos solos. Es por esto por lo que debemos tener valor y esperanza para enfrentar a la misma muerte, primero, porque Cristo ya la derrotó y segundo, porque Dios siempre está con nosotros.
«No temamos a ninguna tribulación, porque la muerte es una sombra que no puede afectarnos eternamente y nunca carecemos del amor de Dios. Tengamos ánimo para vivir todos los días disfrutando la poderosa presencia de Dios que nos acompaña para que nada ni nadie nos destruya.»
Podemos superar todas las cosas, porque el propósito de Dios es darnos vida eterna en Cristo, animarnos y fortalecernos para que nada ni nadie nos mantenga en el fracaso espiritual. Satanás siempre está acechando a los hijos de Dios, pero cuando nosotros reconocemos que estamos tan necesitados como una oveja, porque necesitamos, dirección, protección y provisión, no seremos sorprendidos, sino que Dios nos hará prósperos hasta que lleguemos a la gloria celestial.
No tengamos la esperanza en que Dios evitará todas las experiencias difíciles y dolorosas de esta vida, pero si podemos tener la seguridad de que no importa lo que ocurra vamos a estar bien con su presencia ya que él lo puede todo, es bueno y está con nosotros. Si ahora mismo nos sentimos muy mal, podemos buscar su ayuda y se manifestará, así seguramente vamos a sentirnos bien en medio de nuestras tribulaciones.