Los tiempos y las circunstancias cambian y pasan, por eso cuando uno depende de los momentos nuestra vida no puede ser estable y así es como nuestra calidad de vida no siempre se caracteriza por el contentamiento. Sin embargo, la Biblia habla acerca de tener gozo en todo tiempo, y es que esto es posible cuando dependemos de Dios, cuando nuestra alegría es por su presencia manifiesta en nuestro favor.
«También podemos gozarnos en las adversidades porque cuando se trata de padecer por la causa de Cristo siempre seremos recompensados y además es una manera de mostrar agradecimiento por todas las bendiciones eternas que recibimos por la obra salvadora de Cristo. Podemos alegrarnos en las circunstancias difíciles porque Dios nos ayuda a superar todo y obra para que espiritualmente seamos beneficiados.»
Si nos podemos gozar en las dificultades es porque Dios lo ha dicho, espera de nosotros eso y nos ayuda para lograrlo. Dios se glorifica cuando nos gozamos, ya que él tiene como propósito que gocemos de él para siempre y esto es posible, aunque los tiempos sean los más difíciles. El hecho de que podamos orar es el vehículo que nos lleva a Dios en Cristo seguros de que atiende a nuestras súplicas y que nos responde con amor.El saber que la voluntad de Dios se manifiesta en las circunstancias y en sus respuestas, nos llena de tranquilidad, porque él tiene el control de todo y porque en todo siempre cumple con el propósito maravilloso de bendecirnos con la salvación eterna. Por todo esto, nuestras oraciones deben ser constantes y perseverantes, y de la misma manera llenas de agradecimientos, porque Dios nunca nos abandona y siempre se manifiesta, por eso hace posible que tengamos un corazón lleno de gozo aun cuando las circunstancias son difíciles.